Convivir con gatos
Publicado el 27/07/2021
Desde la antigüedad, los gatos son considerados animales mágicos y misteriosos, y aunque no se conoce cuál fue la primera cultura en domesticarlos, se cree que fueron los egipcios. Empezaron a domesticarlos para mantener a las ratas a raya, pero también los consideraban animales sagrados, por lo que hacerle daño o matar a un gato era castigado con la muerte. De hecho, la diosa Bastet está representada con una cabeza de gato, y algo de dioses se les ha tenido que quedar grabado en el adn porque son unos animales con una personalidad muy peculiar, y todo aquel que conviva con uno sabrá perfectamente de lo que estamos hablando.
A diferencia de los perros, no pertenecen a nadie, son dueños de ellos mismos y dificilmente harán lo que les pides, más bien al contrario.
El que tiene un gato como mascota seguro que ahora mismo está asintiendo con la cabeza...
Para los gatos no existe el estrés, ni parecen seguir el ritmo del resto del mundo, simplemente tienen el suyo propio. Hay quién dice que los gatos son unos grandes expertos en yoga, ya que pueden pasarse horas meditando frente a una ventana y adoptar unas posturas no aptas para reumáticos. Son considerados animales terapéuticos, ya que el simple hecho de acariciarlos mejora la ansiedad y regula el estrés.
A continuación queremos mostrarte algunas curiosidades de éstos enigmáticos animales.
Cualquier sitio es bueno para echarse un sueñecito.
Cuando les da la flojera no tienen problemas en relajarse en los sitios más inesperados.
Si deciden descansar cuando estás trabajando, no dudes que lo harán aunque eso suponga que tú no acabes tu trabajo a tiempo.
Adoptar posturas imposibles es su pasatiempo favorito.
LLegas a casa con una camita nueva y él decide usarla a su manera.
Tienen una extraña obsesión con las cajas y cuanto más pequeñas mejor, de hecho si quieres capturar a un gato sólo tienes que poner una caja de cartón vacía y esperar, el solito se meterá dentro.Aunque esto tiene una explicación científica y es que los gatos son cazadores y se camuflan para cazar a sus presas por lo que la caja les proporciona ese escondite perfecto.
Pero eso no es un hábito exclusivo de los gatos domésticos si no de los felinos en general.
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